Una sencilla mirada, una mínima sonrisa hace estallar algo en mí.
Te busco, te pierdo. Te veo, desapareces. Eres como un bello espejismo que mi mente crea para satisfacer mis deseos, pero que pronto se lo lleva el viento junto a mis esperanzas.
Como una pompa de jabón, delicada y hermosa, que ves volar libre ante tus ojos. Y cuando quieres atraparla, la rozas con tus manos y ella desaparece para no volver a verme nunca más.
Ojalá que tú no te esfumes, y seas distinta a las demás pompas de jabón, y acudas a mis manos y te mantengas firme para un eterno siempre.
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Delicada y frágil, como un
corazón enamorado.